23 de mayo de 2011

Pensamientos sobre Dios

El mensaje de Jesús fue del todo revolucionario, para nada conformista. Fue y es una alerta a abrir los ojos, a mirar alrededor y observar, actuar. La esperanza cobra nueva forma cuando está puesta en Su persona, los días se vuelven oportunidades, y el pasado una lista enseñanzas que debemos tomar como advertencias para avanzar hacia un futuro con Cristo.

La influencia que tienen los pensamientos en nuestras acciones pueden ser armas poderosas, la eterna lucha. El bien y el mal. Para nuestra tranquilidad, el mal ya fue vencido, la batalla ganada: Cristo venció en la muerte, y con él triunfó la vida. Es innegable, de todas maneras, que el ser humano se encuentra muchas veces confundido respecto de la voluntad divina y la terrenal. Por eso Cristo nos enseñó cómo orar "sea tu voluntad en el cielo como en la tierra". Tan indescriptible sensación, y tan deslumbrante verdad, que las cosas que no vemos cobran realidad cuando Dios da su soplo de vida. El mundo estaba vacío y el Espíritu de Dios ordenó el vacío, el hombre estaba perdido y Dios tuvo misericordia. La historia siempre es la misma, Dios se acuerda que somos polvo. Dios entiende a su creación y la ama, como un Padre la cuida y le da de su mano para saciarla.

Cristo nos enseñó a amar a nuestros enemigos, Cristo nos dio el mayor ejemplo de la Gracia. Un concepto que me falta tanto comprender. La Gracia de Dios es algo que me deja sin palabras, porque no la puedo explicar. La humillación de Jesús me hace darme cuenta de cuán equivocados estamos cuando creemos que merecemos el reconocimiento por nuestras acciones. El galardón aun no es visible, no es tangible. Está reservado para aquellos que lleguen hasta el final, porque "angosta es la puerta y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan" (Mt 7.14). Pienso en esto porque cuando leo lo que Jesús dijo mi vida es confrontada, mi corazón puesto a prueba y sólo puedo decir: Gracias Señor por tener misericordia.
Tal vez tu vida no tenga nada de malo, pero tal vez tampoco tenga nada de bueno, porque Jesús no está tomando el control total.

"No hay hermosura en él, ni esplendor; le veremos mas sin atractivo alguno para que lo apreciemos. Despreciado y desechado entre los hombres" (Is. 53.2) Jesús es descripto por el profeta como un hombre que no llamaba la atención por su imagen, "mas el fue herido por nuestras rebeliones, MOLIDO por nuestros pecados. Por darnos la paz, cayó sobre él castigo, y por sus llagas fuimos nosotros curados". (vs.5).
¿Por qué entonces hay tantos altares a la imagen entre nosotros? El no necesitó un rostro llamativo para mostrar en su mirada el mayor amor que alguien puede tener. Él no hizo alarde de su origen celestial, no hizo una campaña publicitaria mostrando sus milagros para engrandecer su orgullo. Cristo no necesitó un logo que dijera "Jesús, hijo de Dios"; solo necesitó las fuerzas de su Padre, unos pies para llegar a los más necesitados, una misión en su corazón. Un amor incomparable. Ya en esa cruz, su rostro desfigurado, su costado traspasado, Cristo siguió encomendándose a Dios, como desde el principio. El rostro más hermoso, la imagen de la belleza misma. La desfiguración de mi amado Salvador que me recuerda que lo que veo no es siempre la realidad: la gloria venidera es mayor. Al tercer día se levantó, con un nuevo cuerpo. ¿Sus heridas? ya no sangran, su corona no es de espinas. El cordero inmolado, hoy es el León de Judá y ruge con autoridad gobernando sobre cielo, tierra, mar; sobre todo principado de las tinieblas y toda potestad.

Cristo es la única imagen de lo verdadero.
Cristo es la imagen que debemos imitar, aunque eso implique no tener nada de atractivo para el mundo.
¿Seremos capaces de enfretar el reto?

20 de mayo de 2011

Pasaje

Hola gente linda, cómo están? Les dejo la letra de una canción que compuse ayer inspirada en Eclesiastés 12: 3-7

Si la luz se va, reina oscuridad.
El cordón de plata se rompió
El almendro dio flor.

¿Y dónde está tu corazón?
¿Dónde el canto del gorrión?

Pues el hombre va a su hogar,
donde el sol siempre brillará.
Es Jesús quien espera al final,
la corona de vida dará.

El día llegó, la puerta, la vana ilusión.
Polvo vuelve a sí, espíritu a Dios.

¿Y dónde está tu corazón?
¿Dónde el canto del gorrión?

Pues el hombre va a su hogar,
donde el sol siempre brillará.
Es Jesús quien espera al final,
la corona de vida dará.