16 de septiembre de 2012

Si...

Si entendiera cuán grande es tu amor. Si pudiera contener en una caja todas tus cualidades. La abriría cada vez que el sol se ocultara. Pero entonces, no serías Dios. Serías solo un dios, a mi medida.
Si creyera en todas las mentiras que se disfrazan de colores, y me olvidara de tu bondad. Seguiría mi propio camino, rodeada de ritmos y distracciones. Llegaría al final del camino llena de polvo, llena de mí, de nada.
Y me pregunto por qué la mayor parte del tiempo cuesta tanto quebrar las rodillas, si es en ese momento en que puedo levantarme, más alto de lo que puedo imaginar.
Es cierto que hay tanto para ver, para probar. Pero también es cierto, que cada vez que pruebo tu amor, no me quedan ganas de ver nada más. Porque todo va a ser insuficiente. Nada me va a llenar de la manera en que me llena tu gracia, tu perdón.

Si entendiera mi condición, tal vez, costaría menos ponerte condiciones. Costaría menos reconocer que no puedo sola, y eso no me hace débil. Porque es la forma en la que entiendo cuánto te necesito. Es la forma en la que entiendo cuán grande es tu amor.